La heterosexualidad es parte de la manera en que las personas hemos sido divididas desde una mirada androcéntrica hegemónica y heteronormada bajo un visión binaria, en la que sólo es posible (y deseable) la existencia de dos sexos, “opuestos y complementarios” y donde cualquier otra variante queda fuera de esta lógica, siendo cuestionada y sancionada moral y socialmente.
¿Qué significa ser heterosexual en un espacio físico, educativo, cultural y político donde se construyen cotidianamente conocimiento y ciudadanía? ¿Tienen las personas heterosexuales mayores facilidades para la movilidad? ¿Enfrentan o comparten los mismos temores que otras diversidades? ¿Qué implica dar por sentado en investigación la auto referenciación sexual y las preferencias de las personas a las que queremos conocer y sobre las que queremos decir algo? Vale preguntarse si más bien se ha tratado de un vacío sistemático sobre el que se debe trabajar. No hay duda de que al tener concepciones plurales se gana en profundidad del conocimiento y, en el caso específico de nuestra investigación, permite y amplía el conocimiento de nuestra universidad. Es posible que los indicadores a usar tengan limitaciones, pero al explicitarse y discutirse se convierten en perfectibles.
Se trata insistir en el reconocimiento y riqueza de la diversidad, laguna sobre la que hay que reflexionar para avanzar hacia mejores profundizaciones y también mejores recomendaciones, en un intento por construir nuevas visiones y promover derechos, y que la violencia, sutil o descarada, no tenga posibilidades de reproducirse. Con esa intención, en este trabajo hacen por separado el análisis de las diversidades, una de las cuales es la heterosexualidad Este capítulo centra su interés en las personas heterosexuales (sus características y testimonios, considerándolas siempre en relación con otros grupos) vinculadas con la manera en que se practica la movilidad en el campus central de la UNAM. Para ello, se busca analizar y relacionar las diversas dimensiones, que fueron abordadas en distintos momentos del trabajo de campo de nuestra investigación, y que atañen a la forma en que esta acción se facilita o dificulta, por las limitaciones y riesgos que se enfrentan. Por ello, a lo largo del escrito, se retoman las características espaciales y físicas del propio campus, la infraestructura no sólo inmobiliaria, sino también referida al equipamiento urbano en general y su estado de conservación, las condiciones en que se combinan los tránsitos distintos, y las facilidades y dificultades que enfrentamos como personas pertenecientes a la comunidad universitaria.