El presente trabajo se propone analizar los imaginarios y las prácticas de determinadas comunidades de lectores y lectoras en el espacio de las bibliotecas populares en Argentina, durante el periodo comprendido entre 1933 y 1955. De forma puntual, se indaga en los procesos de experiencias lectoras de mujeres, niñas, niños, jóvenes y obreros. Asimismo, la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares se constituyó como la impulsora de las políticas culturales de fomento al libro y la lectura. De esta forma, se examina el modo singular en que las bibliotecas populares delimitaron una porción de la producción editorial para proponérsela a las comunidades de lectores, lo que produjo consecuencias en sus prácticas. Así, se fueron incorporando a las niñas, niños y jóvenes como lectoras y lectores específicos; en tanto que las mujeres avanzaron desde la esfera privada hacia el ámbito público, acompañadas de un fuerte aumento de su presencia en las bibliotecas. Para finalizar, se alude a los sectores obreros, quienes durante esta etapa peronista también se constituyeron como una parte esencial dentro del lectorado.