Para acompañar adultos mayores es importante pensar primero en algunas cuestiones fundamentales tales como la significación de la vejez, paso del tiempo, la enfermedad, el deterioro físico y mental, la soledad, el aislamiento y la espera de lo ineludible: la muerte. El acompañante terapéutico en adultos mayores ocupa muchas veces un lugar distinto al de facilitador de la cura. Ayuda en la aceptación del paso del tiempo, de la enfermedad, de las limitaciones, constituyendo un verdadero “caminar junto” al paciente. Podría incluirse como una “herramienta” que favorezca la salida del aislamiento a la que la vejez ha sido condenada.