Con el siguiente trabajo se pretende proponer, mediante el empleo en la currícula de una huerta escolar, un modo de incorporar diversas asignaturas en un proyecto a desarrollarse fuera del aula, legitimando así nuevas zonas de aprendizaje (reforzando conceptos a través de la postura de Vigotsky), la asimilación de normas socioculturales, formación de carácter, espacio de búsqueda y cuestionamiento; elementos que nutrirán a la formación de una postura crítica, individual y a su vez participativa socialmente, concientizando problemáticas, colaborando, pero principalmente generando siempre un interrogante, sea cual sea la situación a la que se vean expuestos los educandos. Sosteniendo así, los aportes de Carr y Kemmis, Freire y Giroux en pos de la liberación y resistencia a un sistema educativo corrompido por diversos intereses e ideologías políticas.
El escrito presentado se realizó en el marco de la materia Fundamentos Psicopedagógicos de la Educación.