Entre 1880 y 1930, se materializaron en el territorio bonaerense diversas obras de arquitectura, que reflejan la influencia del academicismo francés y sus variantes eclécticas. Sus autores, profesionales formados en la École de Beaux-Arts de París, arribaron al país, vinculándose con la función pública y también con el sector privado, respondiendo requerimientos de la alta burguesía o, de entidades vinculadas con ella.
Durante ese período, tuvo lugar una creciente demanda de establecimientos asistenciales producto de la industrialización y la proliferación de epidemias. La Sociedad de Beneficencia, reanudó sus acciones fundadas en la política social, orientada a los “pobres, míseros o proletarios”. En los establecimientos a su cargo destinados a impartir la educación primaria, se incorporó el carácter sanitario. De ella dependían: La Casa de Niños Expósitos, Hospital de Mujeres, Escuela para Niñas, entre otras dependencias.
Las carencias de infraestructura, provocó el compromiso de la alta burguesía, contribuyendo con importantes donaciones, a fin de atender la población indigente. En este contexto analizaremos la producción de los arquitectos Faure Dujarric y Jacques Dunant en la Provincia de Buenos Aires a partir de los encargos de María Unzué de Alvear y Concepción Unzué de Casares, damas benefactoras pertenecientes a la élite porteña y particularmente examinaremos el Asilo Unzué de Mar del Plata.