El eufórico y arrollador progreso de la República Argentina de finales de siglo XIX se reflejó en la triunfante arquitectura que cambió el medio cultural de la ciudad de Buenos Aires. La vasta producción arquitectónica ha visto en escena principalmente profesionales, constructores y artesanos italianos que llegaron al país con un bagaje cultural académico también de matriz beaux- arts. A ellos se debe un gran caudal de obras construídas con un sello característico, exhibiendo rasgos marcados y definidos de diseño elegante y refinado, expresión culta de sus conocimientos y habilidades técnico-constructivas.
A partir de un “grupo ejemplar” de arquitectos (Salvatore Mirate, Rolando Levacher, Gino Aloisi, Giocondo y Arnoldo Albertolli, Emanuele Tavazza), con trayectorias formativas diferenciadas, se intentará investigar y responder si hubo y en tal caso cuales hayan sido las influencias y adaptaciones aportadas en sus proyectos en el contexto de una sociedad que tenía a París como modelo a imitar. El objetivo de este trabajo será poner en evidencia los cambios en la práctica arquitectónica que, bajo la influencia de la moda beaux-arts, se estaban difundiendo en la sociedad argentina, esto a través de ejemplos proyectuales (obras públicas, obras para particulares o concursos) como así también en los dibujos de los permisos de construcción conservados en los archivos.