En este tiempo de profunda transición entre crisis económicas, sociales, culturales, climáticas, alimentarias; seguimos proponiendo la interculturalidad como herramienta de emancipación de los pueblos. Desde una Bolivia con una población de mayoría indígena, donde seguimos vivos los pueblos ancestrales, donde gracias a nuestros abuelos y abuelas, sabios y sabias de nuestro territorio, siguen naciendo a través de sus manos nuevas generaciones que se resisten a ser eliminadas y uniformizadas por un solo modelo de vida.