Para la última etapa de la Escuela Secundaria, el Diseño Curricular de la Provincia de Bs. As. (DGCyE, 2011) propone la cosmovisión humorística y uno de sus contenidos correspondientes es la parodia. Es cierto que todos/as podemos disfrutarla, pero también estaremos de acuerdo con el hecho de que: si la parodia se burla de un texto, para reírnos de esa burla y entenderla es mejor conocer dicho texto en profundidad. El Diseño sugiere, para trabajar este contenido, la narrativa de Miguel de Cervantes Saavedra, en especial, El ingenioso Don Quijote de La Mancha. Este es, sin dudas, el texto paródico hegemónico de la literatura universal, ver la parodia allí es sumamente interesante, pero también es cierto que no es sencillo acceder al humor que propone Cervantes, lo que suele diluir el interés de los/las lectores/as.
En esa búsqueda, en esa revisión que hacemos año a año de lo que trabajaremos con los/las alumnos/as, me propuse pensar el contenido desde un texto conocido que ellos/as manejaran con fluidez, que se pudiera debatir para profundizar una mirada crítica de los distintos mecanismos de la parodia. Pero a su vez el texto debía haber sido ampliamente parodiado y/o satirizado. Así fue que surgió la idea de llevar al aula diversos libros álbum y textos de literatura infantil. En principio serían solo parodias de conocidos cuentos clásicos, pero luego el corpus se amplía ya que conjeturo la conveniencia de dedicar tiempo a la imagen.