Destacamos la importancia que el hábito de la lectura literaria tiene para nuestra vida. Y la escuela, como institución social de enseñanza, tiene el papel de desarrollar y ampliar la experiencia literaria de los alumnos, dando lugar especial para esa práctica.
En ese sentido, podemos indagar: ¿cómo se daría el alfabetismo literario en salones de alfabetización, donde la mayoría de los niños todavía no tienen el dominio de la lectura? ¿De qué manera la lectura literaria puede ser explorada en grupos de alfabetización, convirtiéndose en una experiencia placentera, ampliando el repertorio de los niños y desarrollando estrategias que los ayuden en la comprensión de textos?
En este texto, nos proponemos reflexionar sobre algunos aspectos que involucran estas cuestiones a través del relato de una experiencia de acciones y prácticas que involucran la lectura literaria realizada, como profesora de una clase de 2º año de primaria, con los niños en proceso de alfabetización, por proporcionar momentos de gran aprendizaje, momentos de reflexión sobre el quehacer docente, al redefinir y repensar el papel de la lectura literaria en el aula.