En la conformación de los Estados modernos uno de los ejes que instituye, disciplina y ejerce poder y control sobre la población es la educación. En este marco una de las prácticas corporales que es tematizada por la Educación Física en consonancia con estos sentido y significados son los deportes. Estas prácticas, propenden históricamente a constituir cuerpos dóciles, racionales y eficientes características funcionales y esperables a la perspectiva liberal, moderna, industrial europea que a partir de una política colonialista se va instituyendo como modelo en América Latina y particularmente en Argentina.
Con el avance tecnológico la escuela como dispositivo de dominación ideológica estatal junto a los contenidos hegemónicos de enseñanza comienzan a sufrir la inestabilidad propia de los tiempos que corren. Los y las estudiantes deslizan el interés y el deseo hacia nuevas prácticas corporales que priorizan la fluidez y la incertidumbre en espacios y tiempos posmodernos. Guía esta presentación la frase: “qué tipo de dar, es dar clase” y los interrogantes, arriesgados, sobre si ¿es posible identificar en la enseñanza de los deportes características sólidas de la modernidad? Y si ¿es posible emparentar las demandas del S. XXI en lo que se podría denominar deportes líquidos?