La biblioteca pública es un espacio que permite al individuo tener acceso a la información y al conocimiento, además de ser un recurso que contribuye para la formación de lectores, es decir, la biblioteca actúa como agente promotor del desarrollo cultural y también de la transformación social.
Se entiende que propiciar el hábito de la lectura desde los años iniciales contribuye, considerablemente, en el desarrollo pleno de los niños y niñas, visto que la lectura está presente en la vida desde el nacimiento, pues el niño está inmerso en un espacio letrado, es decir que estimular la lectura en uno cuando aún es bebé contribuye tanto para el desarrollo cognitivo como para el desarrollo social.
En este escenario, el niño está visto como un sujeto activo, productor de lenguaje, un interlocutor responsable por su aprendizaje, que sabe comprender el contexto en el que vive para consecuentemente modificarlo de acuerdo con su necesidad. Por esa razón, presentaremos la actividad de contar historias como una práctica posible de ser utilizada en bibliotecas públicas y direccionada al pequeño lector.