La mejor postura es aquella en la que los segmentos del cuerpo están equilibrados en la posición de menor esfuerzo y máximo sostén. De manera que no existe una sola postura ideal para todos los individuos.La clave está en la musculatura profunda, si estos puntos de apoyo son inestables, la estática y la dinámica se alteran. La buena postura consiste en evitar y corregir actitudes que conducen a alteraciones posturales. Previniendo (en edad escolar) o reconstruyendo (esquemas posturales incorrectos por alguna adaptación inadecuada) tendríamos como objetivo mantener la postura con un mínimo de gasto energético a lo largo de las actividades cotidianas y la capacidad de asumir la postura y cambiarla con facilidad.