¿Por qué pensar el cuerpo femenino y la maternidad como tabúes? ¿Aún debe constituir la agenda de intelectuales y educadores la configuración del rol social de la mujer? Definitivamente sí, somos partícipes de un debate histórico en torno a la presencia/ausencia del deseo femenino para ser madres, en el que se han dado pruebas más que elocuentes sobre la necesidad social de volver a pensar el ser mujer, la infancia y la maternidad. Y más aún si tenemos en cuenta a aquellos sectores que todavía persisten en postular la maternidad como un devenir natural del cuerpo femenino, incluso más allá de las leyes culturales o de parentesco. En este marco, la experiencia estética en general y la LIJ en particular, son necesarias para repensar y resignificar redes discursivas que se encuentran en el seno de la estructura social.
Desde hace varios años, la literatura infantil plantea un distanciamiento respecto de los estereotipos femeninos. Ya no son las configuraciones tradicionales del modelo doméstico feliz, sino que se construyen narrativas que cuestionan el papel de la mujer, y desocultan las representaciones socioculturales que constituyen a la niña y a la madre. Estas poéticas abren el debate hacia horizontes más equitativos, al mismo tiempo que ponen en tensión los discursos tradicionales vigentes.