Casi en su totalidad -si exceptuamos las Cartas y, tal vez, la Apología- las obras de Platón son diálogos y, en tal sentido, presentan las tesis, los argumentos, los problemas, en la forma de preguntas y respuestas. Esto ha llevado a afirmar a más de un intérprete, que el diálogo es, para Platón, la única forma de pensamiento y de exposición de argumentos filosóficos. El propósito de este trabajo es señalar que es ésta una perspectiva limitada. Para ello, examinaré algunas de las diferentes formas discursivas empleadas por Platón en su obra escrita, formas discursivas que deben ser entendidas como procedimientos que usa el filósofo para explicar a quien no posee aún el saber y generar en él conocimiento. Como trataré de mostrar, no existe una única forma de explicación que sea propia de la filosofía y es el filósofo, capaz de realizar la justa medida, quien puede decidir sobre la conveniencia o adecuación de uno u otro tipo de procedimiento discursivo, aplicándolo correctamente.