Como profesores de educación física nos vemos ante la posibilidad de adentrarnos en múltiples campos de intervención profesional, tales como el educativo, el recreativo, el alto rendimiento o el campo de la salud, más precisamente y el cual aquí nos compete, de la “salud mental”.
Mi interés radica en los aportes de la educación física en la estructuración subjetiva y el desarrollo motor de un sujeto y su implicancia positiva en niños que por tener inconvenientes en las manifestaciones corporales son etiquetados y diagnosticados con el tan mencionado trastorno del espectro autista (TEA).
Para trabajar me sirvo de la Clínica Psicomotriz, trabajando desde las producciones de los infantes por más mínimas que estas sean, ya que considero que allí hay un sujeto en constitución que necesita de un otro para poder hacerlo. Entiendo a la niñez como un sujeto cultural e histórico.
Ejemplificaré algunos conceptos claves con viñetas de casos clínicos, para una mayor comprensión y justificación de mi labor como profesora de educación física desde una perspectiva clínica psicomotriz.