El surgimiento de la UNASUR en el año 2008 se dio en el marco de cierto espíritu de época en el cual gobiernos como el de Brasil, lograron articular una estrategia de desarrollo que se propuso como anti neoliberal. Si indagamos en el estudio de las tramas de la integración suramericana, observamos la coexistencia conflictiva de diferentes actores sociales, intereses y estrategias. Los porosos márgenes estatales y la situación puntual de Brasil como articulador de una estrategia que excedió a la región suramericana, nos llevan a preguntarnos por las políticas de integración que se impulsaron, la política exterior brasilera y su relación con un orden geopolítico mundial en transformación. El giro geopolítico dado a partir de la creciente presencia china en Sudamérica cambia los términos y las relaciones entre los países de la región y la histórica hegemonía europea y norteamericanas. Nos preguntamos por el rol del gigante suramericano en la región suramericana, en tiempos de lanzamiento de instrumentos sui generis como la UNASUR.
Del amplio abanico de actores sociales, estrategias e intereses que convergieron, se desprenden conflictos que nos llevan a preguntarnos por las limitaciones y contradicciones que enmarcaron los gobiernos de Lula Da Silva. Esto nos conduce a la reflexión en torno al lugar que empiezan a ocupar las economías suramericanas en un nuevo orden mundial transnacionalizado y en crisis, desde una perspectiva geopolítica, en tiempos de retorno de la agenda neoliberal.