Los espacios portuarios se relacionan directamente con actividades productivas de carácter comercial/logístico/administrativo y también con espacios urbanos consolidados. El puerto de Concepción del Uruguay, fue un centro de comunicación hegemónico respecto de la entrada de mercaderías y del flujo de entrada y salida de pasajeros. Este rol, típico de muchos puertos argentinos ha denotado ciclos de progreso debido a los cambios en la dinámica y comportamiento de los mercados. Si bien, el puerto fue clave para la base económica de la ciudad durante muchas décadas, también es cierto que ha perdido relevancia con respecto a las actividades específicas (operaciones comerciales) y conexas (depósitos de cargas/areneras/depósitos de combustibles/otros). La actividad portuaria, entonces, se vio afectada por la competencia directa que representa el desarrollo del transporte automotor.
Como resultado de esta situación, el “espacio portuario de la ciudad” se vio transformado (la Avenida Paysandú es el eje que asociamos a este espacio). Aspectos como la inversión en infraestructura básica, la accesibilidad, y su atractivo natural -“el frente del río”- revitalizaron dicho espacio, que mutó en función de las necesidades económicas, y socio-culturales, debido al estrecho vínculo existente entre la comunidad y la ribera. Se vislumbran así diferentes usos del área portuaria. La recreación y la sociabilidad dan lugar a nuevas formas de apropiación del mismo, a través de las cuales podemos constatar que existen diversas percepciones de lo que representa este espacio para el uruguayense.
Nuestro propósito consiste en identificar y analizar estas representaciones y las diferentes formas de apropiación del espacio público, a través de los usos “sociales” que los diversos actores realizan. Se partirá de una metodología cualitativa, destacando la importancia que tienen los estudios de corte subjetivista en la comprensión de los procesos sociales y cómo esto se materializa o influye en la construcción social de los lugares.