Unos pocos aficionados a las aventuras logran observar directamente esos, seres vivos que se deslizan entre las aguas tropicales marinas con algo del pasaje impalpable de los ensueños; y como quiera que el cine en colores nos ha ofrecido algunos atisbos (lástima que fugitivos), veraces por lo menos en la. captación de una equivalencia de los tonos de la coloración, nos quedan disponibles ese testimonio y el de los naturalistas, artistas y fotógrafos, que lian tomado en fresco las notas de color de algunos peces. Nuestra imaginación trata de revivirlos en un acuario de fantasía. Para el hombre de ciencia que pretende describirlos adecuadamente, el lenguaje es pobre; el conflicto de conciencia aparece cuando, siente que ha de observar bien, es decir, todo; que ha de recordar fielmente, o registrarlo, pintarlo, borronearlo, y luego describirlo para otros, sin engañar, sin disminuir.