Las palabras “impresionismo” y “cubismo”, antes de transformarse en categorías estéticas, designaban simplemente un modo de concebir la pintura y de practicarla. El origen de ambas denominaciones fué modesto y casual.
Las expresiones “arte abstracto” y “arte concreto”, en cambio, indicaron desde el comienzo categorías mentales y se ha movilizado en torno a ellas una cantidad considerable ele conceptos puramente teóricos, que sólo indirectamente se asocian a una experiencia pictórica definida.