Los textos reproducidos a continuación dan cuenta del itinerario de un filósofo comunista. Nacido al año siguiente de la Revolución rusa y fallecido el mismo año de la caída de la Unión Soviética, Malamud fue un intelectual cuyos ejercicios de pensamiento estuvieron ligados absolutamente a las vicisitudes de la experiencia comunista. En los mismos términos en los que Balibar se refería a Althusser, puede afirmarse que la singularidad intelectual de Malamud radicó en el hecho de ser simultáneamente totalmente filósofo y totalmente comunista, sin someter ni subordinar ninguno de los dos registros al otro. Al igual que ocurrió con Althusser, si bien este anudamiento le proporcionó condiciones altamente productivas de reflexión y enunciación, también lo enfrentó abiertamente a los problemas del comunismo en el siglo XX. A diferencia del contexto francés, la asunción de esta posición en América Latina tuvo un carácter dramático. Malamud fue uno de los tantos miles que pagaron con su vida o con la de su familia los costos de una intervención caracterizada por la imbricación entre ideas y práctica política.