Es evidente que, aunque son conocidos los recurrentes ciclos de sequías e inundaciones en las llanuras argentinas desde finales del siglo XIX, todavía se debaten las mejores soluciones para el problema de la abundancia de agua, y periódicamente se renueva la tensión entre los saberes científicos y las gestiones de los gobiernos locales y provinciales. Nos preguntamos en qué medida logran los científicos que sus estudios se transformen en políticas de gobierno, cómo se generan los proyectos, cómo se realiza su gestión política y económica, por qué no logran plasmarse estudios científicos en planes de gobierno, o una vez iniciados por qué quedan truncos, en el afán de dilucidar las raíces históricas de un presente en el que las inundaciones se relacionan tanto con el cambio climático como con la falta de políticas de Estado sobre la gestión del agua. Desarrollaremos, entonces, algunos resultados preliminares de nuestras indagaciones sobre un primer período que abarca desde la década de 1870, en que se van gestando algunas políticas aisladas para el sector rural hasta la de 1940 en que el problema hídrico en el campo se combinó con el surgimiento del conurbano que rodea a la actual Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Pero como esperamos continuar estos trabajos hasta el presente, y la realidad se impone en las situaciones de desastre que hemos sufrido en la provincia de Buenos Aires en los últimos años, y continuamos sufriendo con la inundación del año 2015, presentaremos trabajos de otras disciplinas que nos permiten pensar en ciertas tendencias seculares en la gestión del agua.