El presente ensayo presentado en la materia Fundamentos de la educación del Profesorado en Trabajo Social da cuenta de una experiencia de intervención en la que se articulan salud y educación como campos que “dialogan” a propósito de la diferencia.
En este sentido, la intervención profesional de una de las autoras del ensayo, compartida creemos, se vuelve experiencia. Allí estará puesto el desafío que nos proponemos en este trabajo: amplificar la experiencia en clave de interrogantes, revisitar las acciones emprendidas sobre una situación de “escolaridad inclusiva” que levanta inquietudes, “sospechas”, incertidumbres y algunos trazos para delinear otras prácticas posibles.
Se compartirán algunas reflexiones donde se pondrá en tensión algunas categorías como: escuela, el rol del docente y el lugar que se le asigne a esta alumna desde el concepto de alteridad e inclusión. La situación educativa transcurre en una escuela primaria rural (EPB) de un distrito vecino en la Provincia de Buenos Aires, que mediante el abordaje del Equipo interdisciplinario Distrital de infancia y adolescencia en riesgo socioeducativo (EDIA) llega al Centro de Salud, convocando a la construcción de alguna respuesta para “aquello” que desborda, se sale, se escurre y se calla en un aula de quinto grado.