Identificamos los orígenes de la institucionalización del Trabajo Social como respuesta asumida desde el Estado a la cuestión social, asumiendo la ubicación de la profesión en el marco de las desigualdades sociales (Parra, 2001; Netto, 2003; Iamamoto, 2003). Siguiendo esta perspectiva, el Trabajo Social desde sus orígenes estuvo fuertemente vinculado al desarrollo de las políticas sociales, ya sea si se entiende a las mismas como base de sustentación y legitimación de la profesión, o a las actividades profesionales como instrumento de ejecución de las políticas sociales (Montaño, 2003). Esta lectura expresa la dimensión constitutiva de las mismas en relación con los procesos de formación e institucionalización de la profesión (Parra, 2001; Oliva, 2007; Basta, 2018).
Considerando la dimensión dinámica, histórica y política de las políticas sociales es que nos propusimos indagar los argumentos que contribuyeron a los procesos de organización de la intervención social del Estado. Es por esto por lo que estudiamos la década del ´30 porque coincidimos con Basta (2018) en identificar este período con la configuración de un embrionario Estado de Bienestar.