El resumen que aquí presentamos se enmarca dentro de un proyecto más amplio que apunta a buscar alternativas de producción y difusión de conocimiento en historia y ciencias sociales, que se desprenda de los ropajes eurocéntricos que impregnan prácticamente todos las Planes Estudio de los sistemas educativos a nivel mundial.
El eurocentrismo se entiende aquí como un gran dispositivo cultural urdido para la imposición de la mentalidad occidental dominante, el cual se encarna en un conjunto de prácticas e instituciones, entre los cuales sobresalen los sistemas educativos (Amín, 1989). Siguiendo a Dipesh Chakrabarty (1999), las ciencias sociales surgieron como las fuentes de producción de teorías “universales” sobre cualquier aspecto de los grupos humanos que habitaron y habitan el planeta sin tener un mayor conocimiento de los mismos.