El canon hegemónico de belleza es una de las categorías socioculturales con las que convivimos. Ella implica un diálogo e incluso un vínculo que cala profundo en nuestra autopercepción de la imagen propia. Como un holograma, a veces como una sombra que delimita y talla modelos de angustia que nos atraviesan, este imperativo conforma una representación omnisciente de histórica recurrencia en el ámbito cinematográfico. Su análisis, se apoyará en los estudios sobre la dimensión ideológica y semiopragmática que participa en la recepción de imágenes en movimiento. En consonancia con los aportes de la teoría queer, para pensar el entramado relacional que se tiende entre las representaciones y lxs cuerpxs.
En ese marco, ensayaré la inmersión en ciertas intersecciones que habitan el concepto de género así como el de estilo, en la dimensión cinematográfica pero también, en la corporeidad performática.