Como producciones culturales, televisivas y masivas, que incluso han trascendido las fronteras mejicanas, las novelas de Thalía dan cuenta de la sociedad machista y patriarcal de la que son fruto. En el presente trabajo se hará un análisis de dos de ellas, tituladas Marimar (1994) y Rosalinda (1999), con perspectiva feminista y de género, teniendo como eje las tentativas o concretizaciones de violación sexual a lo largo de las telenovelas y la falta de sororidad como motor de acción.