Es así como, sin ingresar en los tecnicismos jurídicos de la cuestión, el presente trabajo busca exponer la utilidad del sistema interamericano como herramienta estratégica para cuestionar el accionar estatal, y la construcción estándares con perspectiva de género que se proyecten hacia el interior de los Estados. En este punto, debe entenderse a los sistemas internacionales de protección de derechos humanos como una instancia de doble finalidad, una dada por los efectos al caso concreto (caso individual o Estado en particular) y otro por la proyección de los decisorios (estándares) en otros espacios (justicia local, políticas públicas, otros órganos internacionales, entre otros).