En el presente trabajo nos proponemos mirar, por un lado cómo en tres años, el territorio entendido como un espacio social atravesado por tramas complejas y en constante tensión, se advierte diferente; presenta una mayor heterogeneidad de propuestas de acción e incidencia aunque en constante tensión ideológico-política. Por otro lado, y aun considerando el dispositivo existente y generado a posteriori de 2015 -en términos foucaltianos- a los efectos de erradicar la violencia de género, pretendemos mirar cómo la configuración de una serie de políticas públicas específicas para el abordaje de la problemática pensándola como cuestión social, no ha logrado dar respuesta efectiva al tema.