El 98% de la actividad productiva de mimbre del país se localiza en la región del Bajo Delta del río Paraná, a cargo de pequeños productores de organización familiar que realizan el trabajo de casi todas las etapas de explotación y procesamiento de la materia prima.
El 75% de los productores del Delta está asociado a la cooperativa Los Mimbreros. Son aproximadamente 150 familias que producen el 67% del mimbre nacional, 500.000 kg de mimbre seco al año.
Las características más significativas de todo el proceso productivo son el trabajo manual, el bajo nivel de tecnificación y las prácticas productivas tradicionales de los productores familiares. A lo largo de toda la cadena existen necesidades múltiples, desde problemas estructurales hasta deficiencias en el procesamiento o en las características alcanzadas por el producto primario final.
Los problemas tecnológicos del proceso productivo influyen en la imposibilidad de sistematizar la actividad del sector. Se emplean artefactos de confección artesanal y alto grado de improvisación resolutiva, en función de las necesidades sitio-específicas de los productores. En general, no tienen una configuración sistematizada sino que se confeccionan según los criterios individuales de los productores o la larga tradición del oficio.
Los problemas más urgentes de los artefactos derivan del uso de los mismos, ya que resultan inseguros para sus operarios. Actualmente el usuario conoce el oficio y se adapta al artefacto.
En este marco1 elegí abordar este tema para desarrollar un proyecto durante el ciclo lectivo 2010, requerimiento de mi última materia de la carrera de Diseño Industrial.
En líneas generales, el proyecto de diseño indudablemente estaría relacionado con las tecnologías alternativas, las necesidades locales/regionales, las mejoras de la técnica de la mano del trabajo, la actividad sustentable, el desarrollo endógeno del territorio.