El término Amebas Patógenas de Vida Libre (APVL) agrupa a protistas de distribución geográfica cosmopolita. Se caracterizan por formar parte de nichos ecológicos muy diversos, desde extremadamente secos como el polvo ambiental de los desiertos, hasta ambientes hídricos naturales y artificiales. Toleran grandes cambios de humedad, pH y temperatura. Su rol biológico, como el de otros protistas, consiste en contribuir almantenimiento del ciclo del carbono y del nitrógeno, movilizando el 60% de la masa bacteriana. Presentan escasa adaptación al parasitismo sin embargo, los géneros Naegleria, Acanthamoeba y Balamuthia son reconocidos como patógenos del ser humano y los animales cada vez con mayor frecuencia. En muchas especies se ha comprobado que la temperatura óptima a la que se desarrollan las APVL tiene relación con su virulencia. No está estudiado el efecto que un cambio climático tendría sobre los fenómenos regulados por las AVPL; podría especularse que producirían más enfermedades y de mayor gravedad (por el aumento de su virulencia) y un deterioro en la recuperación de los compuestos carbonados y nitrogenados del universo.