La ecuación de la economía mundial exige mercados en expansión y producción creciente donde la lógica es obtener la satisfacción consumista que se basa en el derroche por abundancia. La realidad es que el 80% de los gases de efecto invernadero fue generado por apenas el 20% de los países, dejándonos situaciones críticas a resolver.
Los impactos de esta conducta humana sobre el clima, han sido mensurados y discutidos en el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) y otros foros internacionales,los cuales constituyen datos científicos relevantes, que marcan estrategias a seguir por la sociedad en su conjunto.
El desafío es actuar sobre la base de las responsabilidades diferenciadas, con toda urgencia, tal como ha requerido en 2010, Ban Ki Moon en Cancún.