Cuando se analiza el concepto de crimen organizado, sus indicadores y sus orígenes, suele involucrarse el concepto de “Estado Fallido”. Del mismo modo, al analizar las características propias del Estado fallido, suele hablarse de Crimen Organizado. Sin embargo, en este trabajo proponemos revisar esta relación simbiótica tan arraigada en algunas corrientes académicas y observar si realmente los estados fallidos son los territorios más propicios para la implementación de las organizaciones criminales trasnacionales.