Cómo hipótesis de trabajo, consideramos que el discurso del peronismo revolucionario entre 1967 y 1969 configura al pueblo a partir de una cadena de equivalencias, en la cual las peculiares condiciones de dicotomización del espacio social permiten segregar la identidad de los actores y sus proyectos, limitando aquella tendencia a la institucionalización que constituye una de las caras del fenómeno populista.