Hacia 1931 Theodor Adorno brindaba una conferencia inaugural en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Frankfurt. En ella diseñaba el programa y la tarea que habría de caberle a la filosofía. Un año más tarde, en julio de 1932, realizaba otra conferencia, esta vez en la Kantgesellshaft, que aparecería póstumamente -Adorno se había negado a publicarla- bajo el título “La idea de historia natural”. Ambas son señaladas -por los estudiosos de su obra- como trabajos anticipatorios de la fundamental Dialéctica Negativa (1966). No obstante, y sin desconocer esta serie, en el presente trabajo nos proponemos detener la mirada en dos estaciones: una anterior, representada por el trabajo de Walter Benjamin titulado El origen del drama barroco alemán (1925), y otra posterior, el artículo de Adorno llamado “El ensayo como forma” (redactado entre 1954 y 1958). El objetivo de poner en relación estos trabajos radica no sólo en la afinidad temática que guardan entre sí, sino también en la posibilidad de dar cuenta, a partir de sus intersecciones, de las concepciones -ciertamente más programáticas y propositivas- que en torno a la tarea o rol de la filosofía son allí apuntadas.