Desde la restauración de la democracia en 1983, distintas fuerzas políticas provinciales bregaron por diversos medios (y motivos) de reformar la constitución cuyo origen era “ilegítimo” ya que se había pronunciado durante los años treinta del siglo pasado. Sin embargo, no será hasta 1994 cuando finalmente se reforme y sancione una nueva Carta Magna. En el lapso que va entre 1983 y 1994 hay un punto de inflexión: la convocatoria a la consulta popular del 5 de agosto de 1990 donde el pueblo rechaza de plano la reforma por medio de la vía legislativa. El camino a tomar, entonces, es la conformación de una Convención Reformadora Constituyente que finalmente se reunirá en la ciudad de La Plata entre mayo y septiembre de 1994. Si bien estos dos intentos de reforma se desarrollan en momentos políticos muy dispares entre sí, hay en ellos un común denominador: tanto Cafiero en el 1990 como Duhalde en 1994 buscan consensuar con las distintas fuerzas políticas un nuevo orden constituyente, un antecedente inédito en la historia constitucional de la provincia.