Cualquier relato acerca de la historia de la sociología clásica suele empezar con una ligera o superficial “descripción de época”, y con un recuento de palabras claves que pasarían posteriormente a ser constitutivas del acervo conceptual de la disciplina. En tanto tales, conceptos como “anomia”, “racionalización”, “despersonalización”, “diferenciación”, etc., han sido acuñados transportando unas elevadas pretensiones de “neutralidad valorativa”, muy características de aquella etapa de consolidación y normalización institucional de una ciencia que pudiera merecer el nombre de tal. Pero, además, han quedado también muy cargadas de significado ideológico y político, se han vuelto palabras de lucha, instrumentos de confrontación. Esta tensión entre unas pretensiones de objetividad científica y una vocación no contenida de intervención en el mundo práctico-político será relevante para los problemas que este trabajo pretende abordar.