La ciudad construida como problema y, entonces, como objeto de intervención ha atravesado distintos paradigmas desde los comienzos de la modernidad. A partir de la década del 60, y en oposición al movimiento de los CIAM con su propuesta de la ciudad como tabula rasa y de destrucción de lo existente, recobra importancia la ciudad construida. Desde entonces y hasta el concepto de territorio como palimpsesto en las últimas décadas, va ganando protagonismo el territorio como sedimentación de los proyectos colectivos e individuales, como producto de las transformaciones naturales y como proceso complejo donde asumen materialidad las lógicas de los distintos actores intervinientes. En este marco, este trabajo se indaga sobre las intervenciones en centralidades tradicionales como espacios de mayor sedimentación en esos territorios. El territorio, en su dimensión espacial: las tramas, los tejidos, la morfología, las relaciones funcionales se construyen, deconstruyen y modifican, a partir de estas intervenciones y las particulares articulaciones de las distintas lógicas que las atraviesan. Asimismo, la implementación de las intervenciones en el marco de políticas públicas adquieren forma mediante distintos instrumentos técnico políticos: de intervención, planificación, financiamiento, participación, que dan cuenta de las articulaciones de las distintas lógicas de los actores intervinientes y los contextos espaciales y temporales en los que tienen lugar. En este sentido, el trabajo se indaga sobre estas distintas lógicas a través de 2 dimensiones, una espacial y otra desde la gestión.