La presentación se inscribe en el marco del trabajo llevado a cabo en la asignatura Didáctica Especial y Práctica de la enseñanza, que forma parte del Profesorado en Psicología de la UBA.
El trabajo en pequeñas comisiones denuncia los atravesamientos de las lógicas patriarcales y hetero-normativas; tanto para quienes se encuentran a cargo de cada una como para quienes se están formando como docentes. En este sentido, se da luz sobre sobre el impacto de lógicas binarias y jerárquicas que operan socialmente en desmedro de la justicia social. De este modo, se pretende favorecer la emancipación de los sujetos, la capacidad de tomar decisiones autónomas e interpelar las relaciones inequitativas de género. Surge permanentemente en el “saber hacer” del quehacer docente, la pregunta por los desafíos que debemos afrontar y las propuestas quede-construimos, co-construimos junto a nuestras/os aprendices para acompañar el tránsito por la/s trayectoria/s inherentes a su formación. Resulta imprescindible leer el ejercicio docente en el contexto en el que se desarrolla. Este, cobra particular sentido en un contexto de pandemia que ha desestabilizado los modelos instituidos y ha visibilizado las desigualdades sociales preexistentes. Las/os docentes en tanto agentes del Estado estamos compelidos a adoptar una postura ética y solidaria en pos de contribuir a una sociedad más justa.
Es por todo lo expuesto precedentemente que se intentará arrojar luz sobre la importancia de ejercer la docencia en el marco de la perspectiva de género, en un contexto situado. De este modo, se espera favorecer la reflexión crítica sobre el quehacer docente en tanto sujeto político y promover el corrimiento de los velos que invisibilizan prácticas antidemocráticas; promoviendo prácticas educativas que alojen los emergentes y en pos de garantizar el derecho a la educación.