El estado de Chihuahua en México se caracteriza por contar con localidades específicas en las que la pobreza, la exclusión y la vulnerabilidad están presentes en la población. La ubicación geográfica de nuestro estado, en la frontera con los Estados Unidos, presenta algunos aspectos que pueden explicar los procesos de vulnerabilidad que caracterizan a esta entidad.
El fenómeno de la vulnerabilidad social es un proceso multidimensional en el que convergen riesgos y situaciones adversas que colocan a un individuo o un grupo de personas ante un escenario de crisis, contingencia o peligro de ser herido, lesionado o dañado (Busso, 2001 y Golovanevsky, 2007). En este contexto, las escuelas presentan diversas condiciones y problemáticas, mismas que las convierten en espacios educativos vulnerables: deserción, reprobación, violencia escolar, bajo capital cultural de las familias, inefectiva gestión escolar y de aula, ubicadas en comunidades cada vez más vulnerables y riesgosas, además de la escasa comunicación entre la comunidad escolar y su contexto cercano. Ante este escenario, es necesario profundizar en el estudio de lo que acontece en este tipo de escuelas y en las formas que establecen para convivir con el medio social en el que se encuentran.
Por ello, como investigadores nos planteamos las siguientes preguntas: ¿Cómo la escuela está afrontando estos procesos de vulnerabilidad? Particularmente: ¿Cómo enseñan los maestros? ¿Cómo se dan los procesos de convivencia?