El presente ensayo recupera los diseños infantiles como una construcción colectiva de usos y significados del territorio, en el Barrio 25 de Mayo, Tandil. Con el propósito de realizar una puesta en valor de mirada infantil, desde una propuesta de prácticas no formales/informales, implementada en la cátedra Taller y práctica de la enseñanza de la Geografía, del Profesorado de la FCH-UNCPBA. De esta experiencia surge una forma distinta de abordaje de la movilidad y producción espacial cotidiana, desde el lenguaje de diseños/grafías espaciales. Para organizar y decodificar los elementos representados en los diseños infantiles, se recuperan los aportes de la Geografía Post-Humanista, particularmente aquellas que permiten vincular los sentimientos, afectos y emociones que una comunidad posee, respecto a cómo piensa la realidad del lugar. Desde una metodología cualitativa, las imágenes y representaciones creadas permitieron conocer y pensar desde otro lenguaje como el espacio es inventado diariamente por las practicas infantiles, y como se produce el conocimiento geográfico que cada lugar engendra. Los diseños espaciales, se agruparon por asociaciones de iconos y territorio. Es decir, que en cada dibujo se encuentran presentes iconos vinculados con la memoria espacial. La distribución de los elementos y las recurrencias explicitan un orden que interviene en la memoria territorial. Luego se analizará el mapeamiento colectivo, que demuestra una apropiación del espacio desde las relaciones entre iconos y elementos que perturban los sentidos y que según su persistencia trazan un vínculo sujeto-territorio. Dicho análisis propone, en definitiva, un enfoque que potencia una metodología que da visualidad a los fenómenos subjetivos individuales/colectivos y permite descifrar la experiencia de los sujetos a escala del lugar, como dimensión del espacio cotidiano y otra forma de educar la mirada.