El presente trabajo se propone el objetivo de analizar las denuncias por torturas y malos tratos cometidas por oficiales y suboficiales contra la propia tropa en las Islas Malvinas durante el desarrollo del conflicto bélico del Atlántico Sur en 1982 desde una perspectiva de género. Sostenemos que el entramado de relaciones entre superiores y conscriptos durante el Servicio Militar Obligatorio habilitó una estructura de dominación que se sostuvo en el tiempo. El marco interpretativo de este trabajo se inscribe en los estudios sociológicos de la memoria, campo en el que las investigaciones sobre excombatientes y desempeños de las Fuerzas Armadas presentan potencialidad para aportar al conocimiento de los conflictos y sentidos del pasado.