En Argentina, como en la región, los conflictos socioambientales se multiplicaron en los últimos años en el marco de un modelo neoextractivista de desarrollo en el que se expandieron las fronteras de explotación de los bienes comunes de la naturaleza. En este contexto, los Estados nacionales y subnacionales, acompañaron el proceso de implantación de megaproyectos extractivos a partir de la desregulación normativa y el establecimiento de alianzas con empresas trasnacionales dedicadas a la explotación de “recursos naturales”.
En este contexto, la provincia de San Juan se convirtió, tempranamente, en una experiencia singular en el proceso de expansión de la megaminería en Argentina. El modelo minero se consolidó rápidamente, a partir de la puesta en marcha del proyecto Veladero, en el año 2005, y la alianza estratégica establecida entre el Estado provincial y la empresa minera Barrick Gold. De este modo, la política minera implementada por Estado provincial desde el año 2003, colocó a la provincia como el paradigma de la megaminería a nivel nacional. Sin embargo, este proceso no estuvo libre de conflictos.
En este artículo presentaremos algunas características que asumieron los conflictos socioambientales en torno a la megaminería a cielo abierto en la provincia de San Juan centrándonos en los lenguajes de valoración en torno al agua y el territorio. Para ello consideraremos especialmente las particularidades que asumió históricamente la configuración territorial en la provincia en vinculación con las actividades productivas y la necesidad de agua para riego. Considerando estos aspectos particulares, indagaremos en los imaginarios sociales sobre el territorio y el agua formados históricamente sobre la base de una gran asimetría inter e intraprovincial. Estos imaginarios sociales y valoraciones influyeron significativamente en el devenir de los conflictos socioambientales en torno a la megaminería en la provincia.