Esta presentación se centrará en describir y analizar, desde los espacios domésticos y desde un abordaje cualitativo, las representaciones simbólicas y las formas de organización respecto del cuidado en adultos mayores, que tengan algún grado de dependencia de terceros en la resolución de las actividades de su vida cotidiana. Desde una perspectiva que contemple de manera articulada la secuencia de actividades, trabajos y responsabilidades en el contexto de cuidado doméstico. Así como, la serie de relaciones establecidas entre el sujeto cuidado, los cuidadores y los servicios prestacionales involucrados desde la seguridad social.
En América Latina y el Caribe, el envejecimiento demográfico se ha expresado con celeridad desde la segunda mitad del siglo XX, se estima que para el año 2050, una de cada cinco personas tendrá más de 65 años. En nuestro país, este proceso se inició hacia el año 1920 y se intensificó en 1970. Actualmente contamos con 5,8 millones de adultos mayores de 65 años y la proyección de que la misma, llegará a 13 millones en 2050; hace que sea necesario conocer la dinámica de este sector etario y evaluar las acciones o medidas llevadas a cabo desde la red de apoyo, básicamente desde las formas de organización familiar y del sistema de la seguridad social respecto a la cobertura de nuevas necesidades de cuidado que van surgiendo en el marco de la denominada “crisis del cuidado”, entendida como la reducción del tiempo de los miembros de las familias de prestar cuidado, acompañada de una redefinición de los roles al interior de los grupos domésticos. Como plantean Golbert y Roca (2014) “el creciente número de personas, que por haber disminuido su autonomía, requiere de cuidados de terceros, plantea una nueva problemática en el campo de las políticas públicas y en la vida de las familias”.