Se intenta plantear que, por ser parte de la actividad matemática, trabajar geometría en el aula supone explorar, probar, comparar procedimientos de resolución, decidir qué estrategias utilizar, que algunas veces exige abandonar el camino elegido algunas veces, o la conjetura que se había elaborado, para volver a empezar, justificar y validar los resultados obtenidos. Se trata de instalar en la clase de geometría este modo “de hacer” y “de pensar” que es propio de la producción del conocimiento matemático.