Desde una perspectiva histórica, sólo recientemente la comunidad de nuestra Facultad de Ciencias Exactas UNLP comenzó a profundizar debates sobre la proyección profesional comunitaria de carreras vinculadas al campo de la salud. Nuestro diagnóstico sugiere que la dinámica de los procesos de enseñanza-aprendizaje de estas carreras, ponen en tensión las concepciones y modelos históricamente incorporados en la formación curricular, predominantemente orientados al estudio de la enfermedad, desde una perspectiva de salud medicalizada, hiperespecializada y hospitalocéntrica.
Estas reflexiones, situadas mayoritariamente en los espacios de extensión, cobraron nueva dimensión a partir de la práctica de las Brigadas Sanitarias Ramona Medina, surgidas como respuesta institucional y política de la FCE a la pandemia, acompañando las acciones de las autoridades sanitarias. La profundidad e intensidad de estas experiencias en pandemia, dio lugar al cuestionamiento sobre el carácter voluntario de estas actividades y la necesidad de incorporarlas en las currículas. Un abordaje territorializado de los procesos de enseñanza-aprendizaje en salud, requiere observar e intervenir sobre personas sanas y enfermas, su hábitat y entorno comunitario. Esto implicaría utilizar recursos no habituales pero que sin duda aportan a una necesaria formación integral y situada, modificando en profundidad los sentidos de la formación profesional de la Universidad Pública.