Este documento presenta una investigación sociojurídica sobre el impacto que tienen en la enseñanza, aprendizaje e investigación jurídica, y su correspondiente asignación presupuestaria, los modelos de experimentalidad previstos para cada espacio curricular o asignatura; en particular, respecto a la relación entre teoría y práctica como simple categoría analítica y la ratio profesor/alumno como su concreción, prevista en la normativa aplicable.
Se parte de que el proceso por el cual de un estado teórico se llega a una práctica, que reflexionada críticamente conlleva una nueva teorización, que será aplicada y generará una nueva práctica (y así sucesivamente), conforma un ciclo T-P-T (Teoría-Práctica-Teoría) que difumina tal diferenciación en términos taxonómicos, y los constituye en simples secuencias inescindibles de un mismo proceso de conocimiento.
La clasificación que se utiliza presupuestariamente perjudica a la Carrera de Abogacía, pues se conforma a criterios que son propios de otros saberes científicos y prejuicios de cómo se debe enseñar el Derecho.