A lo largo de muchos años de docencia especialmente a nivel secundario he visto que los alumnos poco a poco van mostrando más desinterés en la oferta escolar tradicional y más desapego al estudio, incrementado este último hecho por el acceso a las tecnologías.. Este acceso hoy día más democrático en nuestro país en virtud del modelo 1 a 1 posibilitado por el plan nacional “Conectar Igualdad” se comenzó a implementar en 2011. Este hecho hace que las actividades áulicas tradicionales se vean frustradas y a la vez desbordadas por la inmediatez comunicacional que tienen los jóvenes en las aulas. El machete hoy día no es analógico, está en el I-Phone. Recientes investigaciones, coetáneas al comienzo del plan, hablan sin embargo de pluriatención y no de lo contrario. Una manera que tenemos de acercarnos a ellos es intentar usar tecnología de una u otra manera. Si los contenidos programáticos curriculares no contemplan su uso, las prácticas docentes deben hallar una salida…. digital . En este contexto de enseñanza de inglés a nivel de colegio secundario y frente a la necesidad de concretar nuestros objetivos curriculares específicos tratamos de incluir productos multimedia donde podemos pero aun así, a veces las paredes del aula siguen siendo muy “concretas” y nada virtuales: falla la comunicación extra áulica. Por eso hace tiempo que veníamos pensando en incursionar en espacios digitales a tal efecto. Así decidimos intentar vencer prejuicios e intentar algo “nuevo”. Luego de barajar la posibilidad durante varios años, y de infructuosos o al menos parcialmente fallidos intentos del uso del mail, mínimamente incursionado por los adolescentes o de espacios virtuales poco amigables, nos lanzamos a la experiencia de crear grupos secretos de Facebook. Muchos de nosotros participamos de esa red social, muchos docentes se comunican con sus alumnos a través de ella y podríamos decir que todos los jóvenes alumnos tanto de este nivel como del nivel universitario tienen grupos cerrados o secretos con fines relacionados con la educación. Y con la amistad y el ocio, ¿por qué no?