Espero que la lectura de estas páginas propicie la reflexión en los maestros para aprender a desmitificar. Para aprender que la integración escolar de las personas diferentes no es una concesión graciable hacia éstos, sino una necesidad actual para ir construyendo el hombre nuevo del siglo XXI. Una nueva desmitificación del sentido de integración es mucho más que reemplazar un prejuicio social por otro, es mucho más que expulsar ideas falaces en torno de las personas cognitivamente diferentes: es saber comprometerse con un modo distinto de hacer cultura. No se puede desmitificar sólo para "limpiarlos y purificarlos" socialmente, sino porque a la luz de nuevas investigaciones las ideas arcaicas en torno a las posibilidades cognitivas, afectivas y sociales de las personas con necesidades educativas especiales, han adquirido una nueva dimensión. Esta nueva concepción de desmitificación de las personas diferentes no es negativa, sino que está cargada positivamente al llevar implícito un valor duradero, no sólo el de reemplazar un prejuicio social por otro, la integración no es lo mismo que la “educación especial” de siempre, sino un nuevo modo de entender la educación. No es un esnobismo más, sino toda una ruptura epistemológica e ideológica.