Desde la creación del GATT, las sucesivas rondas de negociaciones comerciales multilaterales tuvieron como propósito fundamental la eliminación y/o la reducción de los aranceles y de los cupos de importación. Pero a medida que el empleo de estos instrumentos fue sujetándose a ciertas reglas comunes —con la significativa excepción de los relacionados con el sector agrícola—, comenzó a crecer en importancia el uso de barreras no arancelarias —v.g., derechos antidumping y compensatorios, restricciones voluntarias de exportación y normas técnicas—, en especial por parte de los países desarrollados.