Es más que usual afirmar que las teorías científicas se aceptan o rechazan comparándolas con el mundo empírico o, más específicamente, teniendo en cuenta la evidencia empírica disponible.
Cabe pues preguntarse por cómo se evalúan las filosofías de las ciencias, o sea, cómo se establece si dada una determinada filosofía de las ciencias debe ser aceptada o rechazada.
Es obvio que en ambos casos, ya sea en la evaluación de teorías científicas o en la de filosofías de las ciencias, no hay algoritmo de evaluación o procedimiento mecánico para decidir por tal aceptación o rechazo.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)